El Elefante de Marfil
- Retazos de Sevilla
- 8 jun 2016
- 4 Min. de lectura
Tres Lugares Clave en la Novela ambientada en Sevilla: EL ELEFANTE DE MARFIL
Desde Retazos de Sevilla os queremos presentar tres lugares presentes en la famosa novela de Nerea Riesco ambientada en la Sevilla del siglo XVIII. Una novela llena de intriga, secretos y pintorescos personajes que pueblan el tablero de ajedrez de una ciudad donde el linaje de los López de Haro viven enlazados a través de su imprenta. Una historia que revela la importancia de la Giralda como mezcla de culturas en una armonía de paz configurada por medio de la arquitectura.

1. LA CAPILLA REAL
Finalizadas las obras de esta capilla en 1575 en estilo plateresco, el diseño fue de Martín Gainza, al que le sucedieron Fernán Ruiz y Juan de Maeda. Mientras éstas terminaban, los restos del rey Fernando III ‘El Santo’ descansaban temporalmente en el Patio de los Naranjos para luego pasar a su mausoleo en la Capilla Real entre una esplendorosa pompa, como aquella de las procesiones del Corpus. Allí, su hijo Alfonso X, haría grabar letras ensalzando su figura como un gran monarca ‘el más leal, el más verdadero, el más franco’. También él acompañaría a este guerrero entregado a Dios que se hacía acompañar de la Virgen de las Batallas y al cual se le representa con su espada en la mano derecha y una esfera en la izquierda.
A la procesión acudió toda Sevilla y parte de los pueblos de alrededor, que no se perdían un evento, presenciando el cortejo que paseaba a la Virgen de los Reyes (la cual domina esta capilla), el pendón de Sevilla, el estandarte de San Fernando, la espada del rey, cruces parroquiales, las reliquias de la Catedral… Y es que Fernando había reconquistado no sólo la ciudad física, sino también los corazones que la habitaban. Por eso también su mujer, con la cual tuvo diez hijos y que era nieta del célebre Barbarroja, le acompaña en la Catedral por toda la eternidad. No sería menos Alfonso X, el cual sigue presente en el NO8DO (No-Madeja-Do) que se encuentra en el escudo y multitud de detalles esparcidos por la ciudad, así como personaje de fondo en el relato de los Montenegro y su elefante de marfil.
Respecto a la Virgen de los Reyes, una de las advocaciones más queridas en la ciudad y con cuyo nombre se ha bautizado a numerosas sevillanas, es una figura sedente realizada en madera y maniquí que posee un mecanismo interior, como tantas otras reliquias presentes en diversos puntos de la geografía europea. Esto daba realismo a la imagen e inspiraba la fe del creyente. Su gran día es el 15 de agosto y muchos sevillanos la consideran su patrona. Ella es la ‘alcaldesa perpetua’ de Sevilla. La urna con el cuerpo incorrupto del rey que se encuentra ante su altar fue realizada en plata y sobredorada, con bronce y cristal. Fue labrada con motivo de su canonización en 1671.
Será en esta Capilla, donde León y frey Dámaso extiendan los planos del templo para encontrar las capitulaciones que prueben el empate de la partida de ajedrez más valiosa de la historia bajo la pícara mirada de la Virgen y el peso de los difuntos que espiaban sus acciones. ¿Lo conseguirán?
2. LA IMPRENTA DE LOS LÓPEZ DE HARO
La imprenta de la viuda de Diego de Haro existió en la realidad y fue una de las que se especializó en literatura popular. Fundada en el siglo XVII, publicó obras relacionadas con ese género tan barroco como es el teatro, capaz de mover al espectador/lector por dentro y remover las emociones haciendo del mundo un gran escenario en el que mitigar el drama de la vida y reírse de uno mismo.
Los ciegos fueron grandes ayudantes de las imprentas de la época y uno de los personajes más característicos del entramado vital de la ciudad.
Además, el Cabildo de la Catedral hizo encargos de manera habitual para la edición de obras litúrgicas y, muchas de las imprentas de Sevilla, se encontraban en torno a este edificio de grandes dimensiones.

3. PRIORATO DE SAN JUAN DE ACRE
La Orden de San Juan de Acre también existió en el pasado. Estaba compuesta de una iglesia con una plaza delante, cárceles y hospital. Situada entre las calles Guadalquivir, Lumbreras y Pizarro, muy cerca del río por la parte de Torneo podemos decir que se encontraba en el interior de las murallas, en el llamado barrio de la Abadía. De esta forma, esa parte de la ciudad quedaría guardada y defendida en caso de que hubiera algún contraataque por parte de las fuerzas musulmanas, siendo previamente este lugar el sitio donde instalarían sus fincas y huertas de recreo las clases dirigentes árabes.
El priorato de la Orden de San Juan tenía jurisdicción propia, de manera que nadie podía meterse en sus asuntos y su origen se encuentra en el territorio entregado por Fernando III en agradecimiento tras la ayuda recibida durante la conquista de Sevilla. En la novela, El Pirata se une a la orden porque según la regla de la Orden “podían ser hermanos los hombres y las mujeres sevillanos honrados de buena fama y que no fueran moriscos, ni mulatos, ni penitenciados por la Santa Inquisición” (Riesco, p. 535). El carismático frey Dámaso, prior en la novela, encandilará al lector con su optimismo y eterna juventud así como con los misteriosos anagramas.
Otros personajes de los que no podrás dejar de enamorarte son mamita Lula, la Turca o aquella artista de los pies a la cabeza llamada Candela, nombre muy bien puesto. Para no perderse curiosidades como los movimientos de abanico con lenguaje propio, la elegancia del monsieur Verdoux o los intrépidos bandoleros.
Y ahora, ¿qué esperas para empezar a leer?

Fuentes:
Riesco, N. El Elefante de Marfil.
Ros, C. Guía mágica de la Catedral de Sevilla para turistas curiosos.
González Carballo, J. La Orden de San Juan en Sevilla.
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