Parque María Luisa
- Retazos de Sevilla
- 25 may 2016
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El Parque de María Luisa nace gracias a la donación de la infanta María Luisa Fernanda de Borbón a la ciudad de Sevilla, en 1893, de una parte de los jardines que tenía en su Palacio de San Telmo. No es de extrañar pues, que la veamos representada en una bonita escultura del parque junto al árbol de las lianas que adorna la glorieta de Gabriela Ortega.
Es así un parque con historia, cariño y esencia de todas aquellas personas que contribuyeron a ensalzarlo bien con aportaciones propias, bien estando presente de una u otra manera mediante forma o palabra. Como esas palabras que poblarían los libros que se depositaban en los anaqueles de algunas de las glorietas en un pretérito impertérrito. Tal vez ahora no podríamos dejar descansar ni siquiera esos libros, dispuestos en el lugar para uso y disfrute de todo aquel curioso visitante que viniese al parque para leerle las entrañas. Desde Bécquer a los hermanos Álvarez Quintero, pasando por mujeres del calibre de Juanita Reina y Conchita Piquer, o la soprano Ofelia Nieto impregnan el verde con su magia ausente, pero siempre presente.

En este parque, inaugurado en 1914 para la posterior Exposición Iberoamericana, podemos encontrar varios de los estilos que mejor definen nuestros monumentos. Una gran variedad en la que el romanticismo de los jardines heredados de los Duques de Montpensier deja paso a un pintoresco jardín de escenas donde la perspectiva visual y la iconografía sorprenden al paseante entre frondosos árboles. Los paradisíacos jardines islámicos de árboles frutales, geometría y agua albercada también tienen su reflejo en una belleza que se manifiesta a través de los sentidos como parte de esa historia heredada a través de las piedras que componen el Alcázar o, en la vecina Granada, la Alhambra. Todo esto salpimentado con matices franceses e ingleses hacen del lugar un cóctel exultante que, insertando en su extremo norte el diamante de la ciudad, La Plaza de España, brilla como lo harían las cuatro esferas del yamur que coronaban la Giralda antes de hacer sonar sus campanas. Y, es que fue precisamente este antiguo alminar, el punto de referencia para construir las dos torres de la plaza además de su inspiración para la magnífica ornamentación. Así pues, la Plaza de España queda ligada en dirección norte-sur con la Sevilla histórica mientras que en su línea este-oeste viaja hacia el Guadalquivir abriendo sus brazos a América. Una simbiosis dulcemente reflejada mediante el arte de una arquitectura que incluye los elementos naturales como pulmón de esa mujer llamada Sevilla.

¿Sabías que…?
* Puedes encontrar el Pabellón Domecq en el Parque de María Luisa, realizado por Aurelio Gómez Millán y sede actualmente de la asociación “Juventudes Musicales” de nuestra ciudad. Es un edificio regionalista realizado para la Exposición Iberoamericana de 1929 como domicilio de la empresa vinícola de la familia Domecq.
Para más información: http://www.jmsevilla.com/
Fuentes:
Domínguez Peláez, Cristina. El Parque de María Luisa, Esencia Histórica de Sevilla (1995).
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