El Jardín Americano

Este jardín situado en la ribera de la Cartuja cuenta con más de 350 especies de América, convirtiéndose así en uno de los más importantes en el continente europeo. El jardín formaba parte del Pabellón de la Naturaleza que estuvo presente en la Expo 92 y, en el año 2008, se procedió a su recuperación con actuaciones dirigidas al desbroce, podas, limpieza e instalación de un sistema de riego nuevo, entre otras.

Su situación hace que sea tanto un lugar tranquilo en el que poder respirar aire limpio, hacer ejercicio o practicar la meditación, como un lugar ideal para llevar a los niños y hacer fotografías. La floración en primavera hace que el recinto se inunde de color, mientras que en otoño se hace posible la recolección de frutos y semillas. Destaca su pasarela flotante que facilita tanto el paseo en bici como caminar al ritmo que a cada uno le marque su corazón. Gracias a ella podemos ver más de cerca a todos aquellos que practican piragüismo en el Guadalquivir y saludar a los barcos que recorren sus aguas llenos de turistas.

Otras zonas destacadas en este ambiente natural que comunica con el Parque del Alamillo son el umbráculo, formado por lamas de madera y llamado así porque proporciona la sombra necesaria para las plantas que guarda; el jardín de cactus y el de palmeras; el jardín acuático; y la zona de las pérgolas donde siguen creciendo plantas colgantes en jardineras a diferentes alturas. Además, desde los diferentes puntos del recorrido se pueden divisar interesantes edificios de la ciudad como la moderna Torre Pelli, el Auditorio Rocío Jurado, la Torre de los Perdigones y hornos de la antigua fábrica situada en el Monasterio de la Cartuja de Santa María de las Cuevas. De este modo, ocio, cultura y naturaleza se mezclan para crear un espacio común donde vivir la ciudad desde otro punto de vista.

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