La Catedral
- 4 may 2016
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Situada en el centro de la ciudad, la Catedral de Sevilla es el mayor edificio en estilo gótico del mundo tan sólo superada en la órbita cristiana por la Basílica de San Pedro en el Vaticano y St. Paul en Londres. Un majestuoso templo que hace sentir pequeño al visitante al entrar en su interior, admirar su grandeza y elevar su espíritu a través de las vidrieras de colores que impregnan el lugar de un misterioso halo de paz y calma. Un espacio suntuoso en el que llegar al silencio a través del alma y en el que cuando se disfruta del sonido es para convertirlo en música a través de sus órganos, de los cantos corales o del famoso baile de los seises antes del miércoles de ceniza.

Para construirla se utilizó la piedra, realizándose la obra gótica de 1433 a 1528 sobre el solar de la antigua mezquita mayor de la que quedan todavía hoy el Patio de los Naranjos y el famoso alminar, actualmente convertido en torre cristiana con sus campanas y llamada Giralda en honor a la veleta que la corona. El giraldillo pesa más de una tonelada y tiene forma de mujer en bronce que representa la fe. Pero además, podemos encontrar otros estilos arquitectónicos como son el renacentista, el barroco o el neogótico habiendo numerosas obras de arte entre las que se cuentan pinturas, retablos, esculturas, tejidos, orfebrería, artes decorativas (como la espectacular sillería del coro), entre otras. Y es que este monumento fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987 junto con los Reales Alcázares y el Archivo de Indias por muchas razones.
Tras haber pasado las cadenas que circundan sus muros y cruzar alguna de sus puertas, como por ejemplo la legendaria Puerta del Lagarto, podrán vislumbrar auténticas joyas como la gran tumba de Colón, las Santas Justa y Rufina (1817) de Goya o las llaves de la ciudad que guarda el Tesoro con la inscripción “Dios abrirá, rey entrará” en mayúsculas latinas. Historia y fantasía se unen así en un santuario no exento de anécdotas y misterios que descubrir a cada paso, entre la luz y la sombra, entre el todavía visible recorte de la obra de La Visión de San Antonio (1656) por alguien que quería su trozo de Catedral y los restos del rey Fernando III, aquel que se alza sobre la vecina Plaza Nueva recordando a quién reconquistó Sevilla en 1248.

¿Sabías que...?
* En la Catedral de Sevilla se encuentra la Biblioteca Colombina, una de las mejores bibliotecas del Renacimiento que podemos encontrar y que fue donada por Hernando Colón, el hijo del almirante que descubrió América. Este bibliófilo llegó a poseer 15.000 obras de las que nos han llegado 6000 y su contribución a la Historia del Libro posee un valor incalculable.
* El Pendón de San Fernando se guarda en el interior de la Catedral como emblema de la ciudad con el que el rey fue acompañado a lo largo del asedio y posterior victoria.
* Muchas de las obras realizadas para la Catedral fueron financiadas por hombres pertenecientes al Cabildo y nobles que deseaban descansar en paz entre sus muros una vez les hubiera alcanzado la muerte, aunque ésta no fuera la única fuente de ingresos. Otra era el diezmo, un impuesto obligatorio pagado anualmente que se instauró en el siglo XII y que cargaba la décima parte de la producción agropecuaria o lucro (ya fuesen productos del campo, del ganado, del trabajo realizado o en especie).

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